Las nuevas tecnologías han revolucionado al mundo y por supuesto, también han transformado la forma en que se administra la justicia en Colombia. En este sentido, es importante destacar que la adopción de las nuevas tecnologías en la justicia colombiana no solo representa una mejora en la eficiencia y rapidez de los procesos, sino también, en la trasparencia y el acceso a la justicia para todos los ciudadanos.
Uno de los mayores beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías en la justicia es la simplificación de los procesos y la automatización de algunas tareas, lo que reduce la carga de trabajo de los funcionarios públicos, acelera los tiempos de respuesta y evita traslados innecesarios que antes se consideraban ineludibles. Por ejemplo, a la fecha, se pueden presentar y resolver demandas, recursos y atender audiencias de manera virtual, lo que evita la necesidad de acudir personalmente a los juzgados, reduciendo los costos y tiempos de espera.
No obstante,
Con la implementación de nuevas tecnologías también han surgido una serie de problemáticas a las que no se les ha podido dar la mejor solución, dentro de las que se encuentran:
Las limitaciones tecnológicas en las sedes judiciales, pues no en todas las zonas del país se tiene acceso a la conectividad de Internet de alta velocidad necesaria para la realización de audiencias y juicios virtuales. Esto puede limitar el acceso a la justicia para las personas que viven en zonas rurales o alejadas de los centros urbanos.
La seguridad de la información, ya que la virtualidad implica el uso de tecnología y plataformas en línea que pueden estar expuestas a riesgos de seguridad, siendo necesario garantizar la salvaguarda de la información de las partes involucradas en los procesos judiciales.
La falta de interacción personal durante la virtualidad puede afectar la calidad y eficacia de la comunicación y la toma de decisiones.
La falta de capacitación y formación del personal en el uso de nuevas tecnologías y software, así como la creación e implementación de procesos y procedimientos adecuados para el uso de estas herramientas.
Ahora,
si bien existen retos por superar, para nadie es un secreto que el uso de herramientas tecnológicas en la administración de justicia no es un capricho si no una necesidad innegable para el correcto funcionamiento del aparato jurisdiccional.
Sin embargo,
sobre el tema de la virtualidad y la presencialidad en las audiencias, la Corte Constitucional Colombiana en los últimos días dio a conocer su decisión respecto del proyecto de Ley Estatutaria 295 de 2020, mediante la cual el Congreso de la República había aprobado la continuidad de la virtualidad en la justicia colombiana. La decisión dice que la regla general será que el juez que lleve el caso ya sea en la justicia civil, de familia y contencioso administrativa será quien decida si realiza la práctica de pruebas de forma virtual o presencial, pero, en materia penal, estas deberán hacerse presencialmente y solo por excepción, mediando excusa de fuerza mayor acreditada ante el juez, podrá realizarse de manera virtual.
Esperamos que esta decisión no sea un retroceso en la justicia colombiana, ya que gracias a la virtualidad se han celebrado más audiencias, se ha dado una gran oportunidad a los jueces, fiscales, las partes, los(as) abogados(as) y todos los actores judiciales de avanzar con mayor agilidad en el desarrollo de los procesos, brindando a todas las partes beneficios con los que antes no se contaban.
En términos generales,
la implementación de nuevas tecnologías en la justicia Colombiana tiene el potencial de acelerar y optimizar el acceso a esta. Por tal motivo, se hace necesario seguir trabajando para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios jurídicos de calidad, que el sistema judicial sea eficiente y transparente, y que se proteja a los sectores más vulnerables y marginados de la sociedad, a través de la continua implementación y apoyo en las herramientas tecnológicas con las que hoy en día se cuentan y las cuales, no pueden desecharse de manera injustificada.
En Constaín/Díaz contamos con un área experta en litigios en la que brindamos asesoría a nuestros clientes para la resolución de conflictos. En primera instancia examinamos los mecanismos alternativos como la conciliación, amigable composición, entre otros, adicionalmente, ofrecemos la representación judicial en litigios y arbitraje en distintas áreas del derecho, así como en procesos de insolvencia o reorganización empresarial, contando y apoyándonos siempre de las herramientas tecnológicas que permiten un mejor acceso a la administración de justicia en beneficio de todas las partes, ¡no dudes en contactarnos!